Benito y Escolástica hermanos gemelos, pertenecian a una adinerada familia del ducado de Espoleto, en Umbría (Italia). Escolástica, cuyo nombre siginfica "escolar" nació en el año 480. Desde muy pequeños estos hermanos, compañeros de juegos infantiles, sintieron el llamado de la caridad. Benito, con el correr de los años, y ya fallecidos sus padres, deja el hogar para hacer vida de soledad en las montañas desiertas. Funda en el monte Cassino un monasterio; a esta fundación le siguen otras. Escolástica lo imita y no muy lejos levanta un monasterio para mujeres. El tiempo transcurre. Se veían una vez por año. Se encontraban en una casita cercana. Escolástica se siente enferma y presiente su próximo fin. El papa San Gregorio ha dejado en el libro II de sus Diálogos un testimonio de amor fraternal. Escolástica suplica para reternerlo: "son tantas las cosas del cielo que todavía nos quedan por hacer. Quédate". El corazón le decía que era la última noche que habrian de verse. Benito comprende, el ruego de su hermana ha sido escuchado y una tormenta lo retiene en la casa. El milagro del amor fraterno es más poderoso que el reclamo del monasterio. Escolástica muere tres días después, el 10 de febrero de 547.
"Al celebrar la fiesta de Santa Escolástica, virgen, te pedimos, Señor, que, siguiendo su ejemplo, te sirvamos con un amor puro y experimentemos las delicias de tu amistad"
